Hay cosas que solo se dicen una vez.
En un único momento.
En una sola noche de confesiones.
Que en cualquier otro momento decirlo parecería una locura.
Y tal vez lo es.
Tal vez las cosas que uno dice esa noche, en ese momento, no deberían decirse nunca.
¿Pero cómo saberlo?
¿Como saber si lo que uno cree que es correcto, realmente lo es?
No lo sabés, simplemente lo hacés, lo decís y eventualmente te arrepentís.