Conozco y entiendo todas sus razones para odiarme, pero no puedo soportar que lo haga ¿por que no puedo dejarlo ir? ¿por que no quiero dejarlo ir? cortar por el árbol de raíz, pero no es tan sencillo cuando las raíces están ligadas y enredadas en mi corazón.
Estoy tan acostumbrada a podar el árbol, intentar, sin éxito, darle forma. No me resigno, no lo intento con suficientes fuerzas, no quiero tirar todo a la basura y vos tampoco lo querías. ¿Que pasó? por que de un día para el otro decidiste que si era lo que querías, y lo decidiste sin consultarme, sin que te importara como me afectaría eso a mi, vos sí decidiste cortar el árbol de raíz, creés que es lo mejor para todos pero en realidad solo te importa lo que es mejor para vos, lo que creés que es mejor para vos. Yo te juré cambiar, te juré sinceridad pero no me diste la oportunidad...
Y me rompí, ya no soy la misma, ahora estoy herida, sola, y asustada, pero sobretodo estoy desconcertada, no puedo entender como una persona puede cambiar tan radicalmente ¿por qué vos pudiste y yo no? te transformaste en un iceberg que cada vez está mas lejos de mi, pero yo prefiero chocar contra vos, no tengo miedo ¿que más me puede pasar? ¿cuanto más me puedo romper? ¿cuanto menos te puedo importar? ¿te dolería, aunque sea un poco, verme ahí tirada y rota por tu causa? muchas preguntas y ninguna respuesta...
Te quise quiero tanto, no se si te amé, no se si fuiste el amor de mi vida porque no se lo que se siente eso, pero si se que fuiste lo más fuerte que me pasó, el sentimiento que mas profundo me caló y aunque nada vaya a ser como antes, aunque lo nuestro ya no tenga solución, nunca te voy a olvidar y siempre vas a estar en mi corazón, te guste o no, siempre vas a ser parte de mi.
No te voy a
olvidar porque fuiste mi “te quiero” más sincero, que comenzó como un juego,
como dos palabras tontas para hacerte sonreír y que después se hicieron
sinceras y cargadas de más sentimientos enredados, principalmente la culpa.
Porque la culpa era mi base, yo en general era 60% culpa y 40% persona, pero
fui egoísta hasta conmigo misma, fui inconsciente e inmadura, no pensé el daño
que te causaría o que me causaría a mí. No creí que lo que sentía era tan
fuerte, no lo entendí hasta que acabó.
No me di cuenta
que estaba jugando con alguien bueno, con alguien que no estaba tan corrompido
como yo, con alguien inocente que no se merecía ningún tipo de daño. Pero, en
mi defensa, quiero decir que yo no pensaba lo que hacía, no creía que fuera
importante, para mi seguía siendo el mismo juego que fue desde un principio, yo seguía
siendo esa nenita caprichosa que creía que podía controlar la vida de los
demás, que podía jugar con todas las personas que la rodeaban. Pero ya no soy
así, cambié mucho, y me vi obligada a hacerlo de un día para el otro, pero
funcionó ¿no es cierto? Y ahora estoy teniendo mi karma. No voy a decir que en
ese momento no me sentía mal por lo que hacía, porque sería mentira, si me
dolía, me dolía por vos, pero lo seguía haciendo, así no es excusa de nada.
Tampoco voy a
olvidar nuestras conversaciones infinitas, nuestras llamadas sin fin, nuestras
risas y nuestra pasión, no voy a olvidar
como te preocupabas por mí, esa preocupación sincera y sin esperar nada a
cambio, como me cuidabas y me aconsejabas, ni de tus celos, ni de los míos, de nuestras
peleas que duraban solo horas y terminaban en infinitos “te quieros”, de que
sacaste mi lado cursi, ese que creí que no existía, porque sabés como me
burlaba de la gente cursi, pero nosotros nos transformamos en los más cursis y
nos gustaba ser así, no voy a olvidar que siempre decíamos “si alguien nos
escuchara quince minutos nos odiaría por lo cursis que somos”, como nos reíamos
de los demás haciendo relucir toda nuestra maldad, como me tolerabas TODO,
porque eso era lo que más me sorprendía, que a pesar de que yo era la persona más difícil
del planeta, lo aceptabas y te gustaba así, tratabas de entenderme, me calmabas
cuando era un remolino de furia, y cuando estaba mal lo único que quería hacer
era llamarte porque vos me entendías como nadie, y tampoco voy a olvidar
nuestros planes eternos y detallados que yo de antemano sabía que nunca se iban a concretar. Quiero
que sepas que me acuerdo de todo, hasta el nombre del que te cortaba el pelo
hasta tu graciosa manera de decir “hola” cuando atendías el teléfono y que
todavía me sé tus horarios de memoria…
Te quiero, te
quise y te voy a querer, quiero que sepas que me odio por lo que hice, y que
volvería el tiempo atrás para cambiar todo. Ojalá nunca me hubieras conocido, ojalá que nos hubiésemos conocido en circunstancias diferentes, pero no se puede cambiar
el pasado pase lo que pase, y tengo que buscar la forma de seguir adelante.
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