Vivir una mentira
no es vivir.
Es estar pendiente
de un hilo a punto de cortarse.
Es estar sobre
dos placas tectónicas a punto de rozarse.
Y cuando se rozan
ya nada vuelve a ser como antes.
Se destruye todo
tu mundo.
Todo lo que conocías
se transforma en algo desconocido.
Todo lo que
querías se transforma en un iceberg grande y distante.
Todo el calor corporal
se vuelve frió.
Y frió es en lo
que nos convertimos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario