Volvemos a lo
mismo.
Nuestra rutina de
avanzar un paso y retroceder tres.
Pero creo que
esta vez ya no hay vuelta atrás.
Tu orgullo
siempre arriba nuestro, lastimando al mio.
Mi dignidad
siempre perdida.
Estoy harta de
ser yo la única que se preocupa por nosotros.
Quiero estar en
tu cabeza.
Necesito saber
que pensás.
No te entiendo.
Antes era todo
tan simple, tan lleno de amor.
Todavía no me acostumbro al cambio.
¿Podemos
retroceder unos meses atrás?
Me duele necesitarte y que no estés para mí.
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